Por Alex Levine, 29 de enero del 2006.
¿Y para qué?, me pregunto yo. El Transantiago se veía como una revolución casi imposible dentro de un transporte público gobernado por empresarios mafiosos que creían poder controlar todo lo que ocurría con este servicio de todos. Sí, me alegré como muchos al saber que en mi querida y a la vez odiada ciudad de Santiago se iba a emular este exitoso modus operandi colombiano, que en el país cafetero dio resultado y descongestionó las venas de una de las ciudades mas atacadas por el tráfico en Sudamérica.
¿Qué paso entonces?, bueno sí, lo sé, todavía no se implementa el transantiago en un 100%, pero ya me sorprenden ciertas actitudes. El lunes pasado salí temprano de mi pega en al vicaría y me hallaba a las 4.15 p.m. esperando micro en plena alameda a la altura de almirante barroso. No soporto el metro, no me pregunten porque pero simplemente no lo soporto y lo evito a toda costa. Como aún ocupo el nunca bien ponderado pase escolar (hay que sacarle el jugo estos últimos días de enero), decidí esperar uno de estos gigantes blancos con verde (que por lo demás parecen no tener amortiguadores, y junto a sus durísimos asientos hacen estragos para la columna y la cola, son lo mas incómodo que hay), esto exclusivamente para no ganarme la clásica puteada gratuita de ese extraño ser de la fauna santiaguina, el homo-micrerus. Este ser parece disfrutar el hacer pasar un mal rato a universitarios y colegiales, olvidándoseles al instante de que ellos también tienen hijos. ¿Qué, vay a estudiar en enero?, ¿porqué no mostrai el pase antes de subirte weon oh?, o la clásica mirada que ellos creen intimidadora para luego lanzar las monedas con una furia que sólo causa risas. Ni hablar de pedir el boleto. Estos seres incluso han llegado a balear a un muchacho que hoy se encuentra entre la vida y la muerte, ¿normal?, sería interesante analizar los factores de estas actitudes pero eso lo dejaremos para otra ocasión, volvamos al tema.
Alameda, 35° de calor que se sienten como 50° a pleno sol, el sitio neurálgico de la gris nube de smog que ya se hizo parte del paisaje capitalino, y yo en el paradero, vale decir que a esas alturas hasta una oficina salitrera en plena pampa parecería mas refrescante. Yo juraba que estos nuevos y evolucionados homo-micrerus, llamados “operarios”, serían un poco mas cercanos al ser humano, ya que ni siquiera tienen que hacer carreras (ganan un sueldo fijo por lo tanto no deben cortar boletos por comisión) pero, para gran sorpresa mía, todos en 2° y 3° fila, dejando gente en medio de la calle. 5 minutos, 10, 15, 25, ya se habían pasado por lo menos cinco 404 que son las que me llevarían a mi destino. ¿Qué había pasado con ese sujeto que te decía “buenos días” por los noticieros cuando recién se había implementado el sistema, el que recibía con una sonrisa a los sorprendidos escolares? Parece que eran actores contratados para los primeros meses, porque lo que vi ese lunes eran los mismos micreros en otras máquinas. El problema sigue siendo cultural.
Paso media hora y ya al punto de la deshidratación decidí tomar la clásica pan de molde amarilla,
me para la 353,
me subo,
muestro el pase escolar.
-“Páse nomás mijo”-
Plop!
Alex W.-
3 Comments:
At 6:44 p. m., Anónimo said…
Le informo que ante un mal trato de un operador(por que ya dejaron de ser supuestamente Choferes y son profesionales de buen sueldo),ud tiene que llamar al telefono que sale al costado de los gigantes y modernos pipiritronicamente equipados volvo, y le aseguro que les llegara tremendo PICHULASO a estos humanoides correcaminos y es más, le aseguro que le pondran tarjeta amarilla y muy posiblemente lo despidan.Eso se lo garantizo porque me ha tocado ver situaciones en que llega un reclamo y solo por ese hecho se les descuenta el bono de trabajo y si prosiguen los malos tratos nos vemos conduciendo victorias. fin-
Masterperfect proyect.
At 12:59 a. m., Isa said…
hola!!
el otro día iba en una micrito blanca c/verde y el señor no sabía el recorrido, y entonces un tipo dijo: tenía que ser el "ATRASAntiago",jaja, yo no reclamo,porque un error lo comete cualquiera y no iba apurada, pero deberían capacitar mejor a los señores conductores
el mensaje de tu post es "ten fe",jaja, yo no tengo casi nada,pero en fin...por lo menos soy relajada y no me hago problemas por esas cosas
un besito
At 12:29 a. m., Anónimo said…
uuyy...complicado tema este d elas micros.
sinceramente no he sufrido mayores problemas con los choferes de micro, pero no por eso no estoy conciente de los problemas constantes que deben pasar los pasajeros, sobre todo los escolares.
siempre he tratado de ponerme en el lugar de esos choferes de micro, pensar en las condiciones en las cuales trabajan, en cuánto me aburre hacer cualquier cosa por un tiempo muy prolongado y creo que es uno de los trabajos que menos me gusta, me parece q cualquier persona q haga lo que ellos hacen , a la larga, terminan amargados y sin ganas de nada, mucho menos de ser amables con los pasajeros.
Y si los haces sonreir??, si por un segundo les recuerdas q les agradeces y q son importantes??, si por un instante les haces saber q son mas q un ser sin mayor importancia?...quizas esta en nuestras manos hacer que los choferes tomen las cosas un poco mas amenas y no sean tan "gruñones" , a mi por lo menos saludar, dar las gracias al subirme y al bajar y pedir por favor no me ha fallado.
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